Esperar un bebé no debe ser impedimento para conducir o ir en coche, pero el cambio físico que supone el embarazo obligará a la futura madre a tener en cuenta varios consejos para disfrutar de una conducción segura tanto para ella como para el futuro bebé.
Lo más importante para una embarazada es el cinturón, no se pueden hacer inventos. El correcto uso del cinturón de seguridad, ya sea como conductora o como ocupante, es fundamental. El cinturón debe colocarse lo más pegado al cuerpo posible, sin nudos ni holguras. Hay que recordar que la mayoría de los coches de hoy en día tienen cinturones de tres puntos de anclaje: un punto en el hombro y los otros dos, en las caderas, por delante de las crestas ilíacas. El hecho de que el cinturón se sujete al cuerpo contra el hueso duro, no contra el abdomen plano, y mucho menos en caso de una mujer embarazada, es mucho más seguro y efectivo.
También es cierto que muchas mujeres evitan conducir durante el embarazo, especialmente en el último trimestre. El crecimiento de la barriga modifica la postura y reduce la distancia entre el abdomen y el volante, por lo que algunas de ellas se sienten inseguras y prefieren no conducir.
Otros riesgos
A menudo las mujeres embarazadas sufren de lumbalgias y ciáticas que las incomodan a la hora de conducir, pero también de somnolencia provocada por las alteraciones hormonales y los cambios en los niveles de azúcar en sangre. Hay que tener también especial precaución con la medicación que se toma y sus contraindicaciones con la conducción.
El cinturón, obligatorio durante todo el embarazo
No hay ninguna exención de uso, ya que desde 2006 es obligatorio el uso del cinturón durante todo el embarazo. En caso de accidente, el uso adecuado del cinturón de seguridad contribuye a reducir el impacto del cuerpo de la mujer embarazada contra el volante y otros elementos del vehículo, protegiéndola a ella y al feto ante posibles lesiones. Proteger la madre es la mejor forma de proteger al bebé.
Algunos estudios internacionales han estimado que la proporción de mujeres que sufren lesiones derivadas de un accidente de tráfico ronda el 1%.