Una hoja de ruta para reducir la siniestralidad mortal de los motoristas

En el marco de la reunión del Grupo de Trabajo de Motocicletas del pasado martes 25 de julio, el consejero de Interior, Joaquim Forn, y la directora del Servicio Catalán de Tráfico, Eugenia Doménech, hicieron públicas las principales conclusiones de un estudio en el que se analizaron los accidentes mortales de motoristas de este 2017 hasta bien entrado el mes de julio. El Grupo de Trabajo de Motocicletas, que aglutina numerosas entidades públicas (entre las cuales, el SCT), privadas y asociaciones del sector, se reúne periódicamente para proponer medidas con el fin de corregir y disminuir el aumento de la siniestralidad que afecta a las motocicletas.

Los datos son bastante elocuentes: el número de motoristas que han perdido la vida en lo que llevamos de 2017 casi ha doblado la cifra correspondiente al año pasado, y una de cada tres víctimas mortales en las carreteras catalanas es un motorista. El Servicio Catalán de Tráfico, preocupado por este repunte de mortalidad, ha querido llevar a cabo un estudio caso por caso de los accidentes mortales producidos este año y eso ha permitido sacar a la luz varias variables que confluyen en la mayoría de estos siniestros.

Reunión del Grupo de Trabajo de Motocicletas del pasado 25 de julio

El diagnóstico

Los datos analizados indican que un 36% de los accidentes mortales se han producido por maniobra del motorista en solitario. Al mismo tiempo, desde el Servicio Catalán de Tráfico se ha observado una cierta acumulación de accidentes mortales en las curvas. No se trata, sin embargo, de las curvas más cerradas, sino de curvas más suaves en las cuales el motorista no ejecuta o no interpreta bien el trazado, quizás por un exceso de confianza. Por otra parte, en un 67% de los casos el causante ha sido el motorista y la velocidad ha jugado un papel clave en más de la mitad de los siniestros.
La meteorología también ha influido: este año, el clima ha sido más favorable y con menos precipitaciones que en el 2016, hecho que ha generado más movilidad en la red vial, especialmente de motoristas. En el análisis de los datos también se ha observado que casi todos los accidentes mortales están protagonizados por motos con un cubicaje superior a los 500 cc. En el ámbito de las demarcaciones, se produce un repunte más destacado en Lleida y en Girona (con siete motoristas muertos cada una de las demarcaciones), que partían de registros muy inferiores en el año anterior.

Las propuestas

Con todos estos datos en la mano, el SCT, además de continuar con acciones que ya se están llevando a cabo, ha propuesto una serie de acciones nuevas para reducir la siniestralidad mortal de los motoristas:

  • Formación y sensibilización:
    • ampliación del programa Formació 3.0 dirigido a motoristas habituales
    • inclusión de la formación práctica en las Autoescuelas de Calidad (AeQ)
  • Cambios normativos:
    • revisión del permiso de conducir teórico-práctico para motoristas
    • revisión de las tasas de alcoholemia
    • propuestas legales que se están elaborando y que se dirigirán a la DGT
  • Movilidad y señalización:
    • estudio y señalización de las curvas con riesgo para motoristas
    • prueba piloto de carriles segregados
  • Investigación y desarrollo:
    • análisis y aplicación de los resultados de la cátedra de seguridad vial de motocicletas
    • mejoras de seguridad activa y pasiva (para la moto, equipamiento)

A pesar de este incremento de motoristas muertos en la carretera, este año se están reduciendo los heridos graves entre este colectivo. No obstante, tal como remarca Eugenia Doménech, “tenemos que trabajar para que esta reducción se traslade también a la siniestralidad más grave, la mortal”. Todo eso sin olvidar que el resto de usuarios no solo tienen que respetar las normas, sino también al motorista, y no perder de vista que es más vulnerable.

Deixa un comentari