El fin de semana pasado, murieron tres motoristas en la red vial catalana. Con estos, ya son 36 los motoristas fallecidos en lo que llevamos de año de un total de 119 víctimas mortales, el 30,2%. El año pasado, en el mismo periodo, hubo 26 motoristas muertos. Los datos son preocupantes y constatan la vulnerabilidad de un colectivo que, si bien tiene que respetar como el resto de usuarios las normas de circulación y compartir con responsabilidad la vía pública, solo cuenta con su equipamiento como única protección en caso de caída o accidente.
El equipamiento es para los motoristas lo que la carrocería es para los conductores del resto de vehículos. Los motoristas no tienen ni airbags ni cinturones de seguridad, ni tampoco parachoques ni reposacabezas que minimicen el golpe o las lesiones en caso de sufrir un accidente. Por todo ello, en el artículo de hoy repasaremos el equipamiento que tienen que llevar, los elementos que lo conforman y la protección que ofrecen.
Elementos de protección
El casco. Es el elemento de protección obligatorio para cualquier persona que vaya en moto, incluidos los pasajeros. El casco protege la cabeza, la parte más frágil del cuerpo, donde se producen lesiones más graves en caso de accidente. Además de minimizar el impacto contra el suelo, un vehículo o cualquier otro elemento, protege la cara de posibles quemaduras con el pavimento o de lesiones. También cubre los ojos y evita que puedan entrar motas o polvo.
Espaldera o tortuga. Esta pieza protege la columna vertebral y puede evitar lesiones medulares graves. En el momento de la compra es importante comprobar que esté homologada.
Guantes. Cuando tenemos un accidente, el movimiento reflejo es parar el golpe con las manos, por eso es conveniente utilizar guantes que tengan refuerzos en la palma y en el dorso. Además, no podemos olvidar que los guantes también nos protegen de las inclemencias del tiempo.
Chaqueta y pantalones o mono. Aparte de convertirse en la segunda piel del motorista, estas piezas sirven para mejorar su visibilidad, por eso es bueno que sean de colores vivos y que tengan detalles reflectantes. También conviene que se ajusten al cuerpo y que permitan libertad de movimientos.
Botas. Para el calzado, el más recomendable son las botas hasta los tobillos, ya que pueden evitar heridas graves producidas por abrasión. A la hora de comprarlas, hay que asegurarse de que la suela es antideslizante para que los pies no patinen sobre los pedales.
Riesgos añadidos durante la conducción
Aparte del equipamiento, también hay que tener en cuenta que existen una serie de riesgos a los que se exponen los motoristas por el hecho de conducir o viajar en un vehículo de dos ruedas. Entre otros, la inestabilidad del vehículo, que obliga a utilizar el propio cuerpo de contrapeso y a estar atento no solo al tráfico sino también al equilibrio sobre el vehículo, y las dimensiones de la motocicleta o ciclomotor, que hacen que el motorista corra el riesgo de no ser visto por los otros usuarios de la vía pública.