Rescates para evitar una mala noticia

“Muchas veces, durante las tareas de rescate en las que estamos liberando víctimas, especialmente si son jóvenes, no puedo dejar de pensar que hay unos padres, unos hermanos, etc., que están durmiendo, y que no saben que en unos minutos recibirán la llamada más dura de sus vidas.” Después de 32 años en el cuerpo de Bomberos de la Generalitat, Roger Llinàs, responsable de salvamento en accidentes de tráfico de la Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos de la Generalitat de Catalunya, ha visto cómo han evolucionado las tareas de excarcelación de víctimas en los siniestros viales, un ámbito que define como “dinámico”, en el cual se incorporan continuamente nuevas técnicas y estrategias de actuación con la finalidad última de salvar vidas, de evitar una desgraciada noticia que nunca se pueda olvidar.

Protocolo de líneas maestras

Desde el minuto cero, el momento que en el 112 llega un aviso de un siniestro vial, se activa un operativo de emergencias donde el cuerpo de bomberos tiene un papel fundamental en los casos en que se tengan que rescatar personas atrapadas en sus vehículos. “La coordinación con el resto de actuantes –Mossos d’Esquadra y los equipos sanitarios– es clave en el éxito de estos casos de intervenciones. Es necesario que todos conozcan las necesidades de los otros y que los ayuden a alcanzarlas. Por pequeña que sea la sospecha de que el accidente puede ser mínimamente importante, ya se activan todos los recursos”, explica Llinàs. Un operativo coordinado es, por lo tanto, una pieza fundamental para alcanzar “una máxima eficacia” de las asistencias en los accidentes de tráfico, que, según los protocolos de actuación consisten en tres fases:

-Una previa, anterior a la llegada al lugar del accidente y en la que se evalúa el itinerario más rápido;

– una primera fase de aproximación o abordaje donde se identifican los riesgos del siniestro.

– Y una vez el mando ha establecido el plan de intervención, se lleva a cabo la fase de operaciones, donde lo que prima es adecuar el espacio necesario de extracción para llegar al final del proceso, con la extracción de las personas accidentadas.

Garantizando la máxima seguridad

La rapidez con la que se realizan las excarcelaciones también es un factor relevante en los rescates viarios, sobre todo en el caso de los pasajeros críticos con un peligro de muerte inminente. Aun así, actualmente las víctimas ya pueden recibir una atención sanitaria equiparable a la de los centros hospitalarios incluso antes de ser liberadas: “Eso hace que el factor tiempo ya no sea tan determinante como lo era antes”, afirma Llinàs, “y que podamos, sin perder de vista que tenemos que seguir siendo rápidos, centrarnos también en conseguir extracciones seguras, en las que se minimice el riesgo de agravar las lesiones de las víctimas por una deficiente manipulación”.

Las colisiones frontales, las más graves

Los siniestros más graves y que requieren de rescates más complejos, “excepto casos especiales como vehículos que caen por barrancos o desde puentes, no demasiado habituales,” son según Llinàs los causados por colisiones frontales: “En estos casos las velocidades de los dos vehículos se suman y eso hace que la energía del impacto sea mucho más elevada, lo que incide tanto en la gravedad de las heridas como en la severidad del accidente.”

Durante este año, hasta el 30 de septiembre los Bomberos de la Generalitat han realizado 5.545 intervenciones en accidentes de tráfico con personas heridas o atrapadas que en algunos casos han tenido que ser excarceladas de sus vehículos.

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