El permiso por puntos en Europa: hacia un modelo normativo común

El 1 de julio del 2006 se implantaba en Cataluña el sistema del permiso por puntos, que junto con la puesta en marcha del Plan integral contra la velocidad excesiva (PIVE) y otras medidas, ha sido determinante para la reducción de la siniestralidad vial casi a la mitad en una década. En la Unión Europea (UE), el primer país en adoptar el permiso por puntos fue Alemania, en 1972 (con reformas posteriores), y el último, Portugal, a mediados del 2016. En total son 22 los estados europeos que cuentan con este sistema de permiso de conducir como herramienta para mejorar la seguridad vial, pero ¿tienen todos unas características y un funcionamiento común? La respuesta es que en el viejo continente no hay un modelo único de permiso por puntos, aunque se comparte un esquema similar. Cada estado miembro lo ha adaptado y modificado de forma diferenciada y con sus propias peculiaridades legislativas.

 

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Lo cierto es que hay disparidades importantes en la aplicación del permiso por puntos entre la veintena de países europeos que lo han impulsado. Como ejemplos significativos destacan que unos aplican un sistema de recuento en el que se suman puntos y otros los restan; que cada país de la UE dispone de un crédito inicial de puntos, de su propio cuadro de infracciones penalizadas o que cada uno marca un periodo de tiempo de privación del permiso y de recuperación. Pero las diferencias van más allá y ponen en evidencia la falta de un criterio homogéneo en aspectos también relevantes para la seguridad vial como los colectivos a los cuales se aplica de manera concreta (en algunos casos a los conductores noveles, a los profesionales, a los ciclistas o incluso a los peatones), la existencia o no de bonificaciones por comportamientos responsables o las medidas de rehabilitación establecidas para obtener el permiso de nuevo una vez retirado.

Estas pinceladas comparativas del permiso por puntos en Europa se extraen del estudio La situación europea del permiso por puntos del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia. La investigación, editada por la Confederación de Autoescuelas el año pasado, coincidiendo con el décimo aniversario de la entrada en vigor del permiso por puntos en el Estado español, se basa en el proyecto europeo BestPoint y en otras fuentes de información. Sus conclusiones son claras e insisten en la recomendación de diseñar un sistema de permiso por puntos de aplicación similar a todos los países con el fin de darle más “credibilidad y rigor”. Los beneficios de esta unificación serían claves, por ejemplo, para:

 → armonizar criterios sobre las sanciones y las penalizaciones

→ mejorar el intercambio de información de infracciones entre los diferentes países miembros de la UE

→ permitir que infracciones graves como conducir bajo los efectos del alcohol tuvieran las mismas consecuencias y el mismo rechazo para todos los conductores europeos. Conseguir que el tratamiento del infractor esté recogido de manera homogénea en todas las legislaciones nacionales.

Algunas divergencias de las normativas europeas

En  la mayoría de países, los puntos se acumulan. Solo en seis se detraen: España, Francia, Bulgaria, Luxemburgo, Italia y Portugal.

En Alemania, el permiso por puntos puede tener consecuencias sobre los peatones. Pueden sumar puntos si cometen infracciones que suponen un peligro para la seguridad vial.

El colectivo de los ciclistas no se incluye en la mayoría de países, pero hay casos particulares. En Alemania, suman puntos con ciertas infracciones. En  Chipre, solo en caso de infracciones relacionadas con el alcohol y en Polonia son sancionados si disponen de permiso de conducir.

En Dinamarca (los puntos se llaman “clips”), los Países Bajos y Austria, todas las infracciones tienen la misma penalización de puntos. En cambio, en la mayoría de países, el criterio para puntuarlas depende de la gravedad.

El tiempo aproximado de privación del permiso de conducir puede oscilar entre un mes, el periodo fijado por Rumania, y los 24 meses, en Portugal. En algunos países no se establece un tiempo fijo, como en Italia o los Países Bajos.

El Parlamento Europeo ya recomendó en el año 2011 que se hicieran esfuerzos para implantar un sistema de permiso por puntos homogéneo y con aspectos más coincidentes para todos los países de la UE, con el objetivo de mejorar su eficacia a favor de la seguridad vial.

 

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