¿Cómo será el panorama de la movilidad catalana en un futuro no muy lejano? Siempre es difícil hacer predicciones sobre una posible realidad futura, pero aunque algunos lo puedan considerar ciencia ficción, la creación de una red de transporte público con vehículos autónomos se adivina, desde hace unos años, como una alternativa de futuro al vehículo privado de toda la vida. Profesionales del ámbito de la movilidad prevén poder circular de forma automática por la ciudad hacia el año 2020, y llegar al Nivel 5 de automatización –es decir, vehículo sin conductor– hacia el 2025-2030. Dentro de este escenario de progreso y de innovación, desde el Servicio Catalán de Tráfico se está trabajando en este sentido para definir qué modelo de movilidad queremos en las ciudades y pueblos de Cataluña.
La aplicación del vehículo autónomo en el transporte público genera todavía varias incógnitas: la financiación y la viabilidad; la seguridad; la legalidad y la responsabilidad del conductor; la transformación del modelo de movilidad, o la desconfianza de los usuarios a la hora de utilizar un vehículo sin conductor. Pero también son muchas las ventajas que aporta al entorno, como por ejemplo la eficiencia energética y la sostenibilidad. Además, la inteligencia artificial aplicada facilitará un descenso de la siniestralidad i el aumento de la comodidad. Sin olvidar que el vehículo autónomo en el transporte público permitirá una mayor capacidad de adaptación a la demanda.
Paradójicamente, existe la posibilidad que en un escenario en que el vehículo privado autónomo ya esté del todo establecido y generalizado, este haga la competencia al transporte público, gracias sobre todo a una mayor flexibilidad. Es decir, el usuario puede preferir utilizar un vehículo autónomo privado por encima del transporte público.
En junio de 2018 se ha presentado la primera iniciativa que acercará el transporte público autónomo a los municipios catalanes en septiembre. Una propuesta liderada por la Asociación de Municipios por la Movilidad y el Transporte Urbano (AMTU), un referente catalán en el sector de la movilidad. La iniciativa ofrece a los ayuntamientos de Cataluña la posibilidad de participar de una gira itinerante para experimentar el vehículo público autónomo en el municipio respectivo, con un carril de una ruta de transporte reservado para la circulación de hasta cuatro vehículos autónomos. De este modo se quiere concienciar sobre los cambios económicos y culturales, en la movilidad, en la planificación urbanística o en el paisaje que comportaría la llegada de esta modalidad de transporte emergente y de futuro.
Durante la celebración de la XIV Jornada Catalana de la Movilidad, organizada por la AMTU, se pudo ver por primera vez en Cataluña un autobús autónomo en exposición. Era la primera vez en toda Europa en que municipios medianos y pequeños tenían acceso a probar el transporte público autónomo.
Por lo tanto, es seguro que el uso de los vehículos autónomos en el transporte público llegará. Quizás no lo hará de forma inmediata, pero la tecnología ya está preparada. Ahora sólo falta que la sociedad catalana y las administraciones públicas también lo estén para incorporarla del todo.