Hablamos con Mariana García, piloto del helicóptero del SCT
Seguramente no es casual que la persona que pilota el helicóptero del Servicio Catalán de Tráfico y que, por lo tanto, vigila nuestro comportamiento en la carretera fuera examinadora de tráfico durante 8 años. Mariana García lleva 19 años trabajando para el SCT. “Antes era funcionaria y me presenté a las oposiciones internas de piloto de helicóptero, me cogieron e hice los cursos de piloto privado de helicóptero y, posteriormente, de piloto comercial.”
“Estoy haciendo un trabajo que es importante para la sociedad, creo que nuestro trabajo salva vidas”
Actualmente, Mariana es la única funcionaria piloto que queda en la Generalidad, porque todos sus compañeros se han ido jubilando. “La parte de mi trabajo que más me gusta es volar”, explica Mariana con una gran sonrisa de felicidad en la cara. “Esta parte es la que me compensa todos los trámites que tengo que hacer antes y después de volar. Es difícil de explicar, me gratifica. Además, considero que la tarea que hago para el Servicio Catalán de Tráfico es muy importante”, afirma la piloto con un tono convincente que no deja lugar a dudas. “La gente no tiene la conciencia de que el helicóptero de tráfico salva vidas. Ni que sea solo por el efecto disuasorio, de saber que hay un helicóptero que está volando, que está controlando las carreteras. La gente se lo piensa dos veces antes de cometer una infracción. Desgraciadamente se necesita un elemento disuasorio, como los radares o como el helicóptero que sobrevuela las carreteras.” La piloto se muestra convencida de que “estoy haciendo un trabajo que es importante para la sociedad, creo que nuestro trabajo salva vidas”.
“No solo visualizamos las infracciones, también mejoramos la red viaria”
Pero este efecto disuasorio no es el único argumento que esgrime Mariana para dar valor al trabajo que se hace desde el helicóptero. Añade que también “nos permite hacer estudios viarios. Desde arriba, desde el helicóptero, tienes una panorámica de toda la carretera, de toda la zona, lo cual da mucha perspectiva a la hora de hacer informes, estudios. Por ejemplo, para variar el trazado de una carretera o para variar la señalización de las vías. Todo ello ayuda a mejorar el trazado y que haya menos conflictividad a la hora de conducir y que haya menos accidentes. Por lo tanto, no solo visualizamos las infracciones, también mejoramos la red viaria”.
“El conductor que pone en peligro las vidas de las persones es un conductor nefasto, no merece el carné de conducir”
Nadie mejor que una antigua examinadora de tráfico para valorar si los catalanes somos o no somos buenos conductores: “Las infracciones que más se captan desde el helicóptero son las que no respetan las líneas continuas. Hacemos especial incidencia en las denuncias que muestran comportamientos negligentes o temerarios, como los adelantamientos imprudentes que ponen en peligro las vidas de los conductores”. Y es que Mariana lo tiene clarísimo: “Un conductor malo es el que no respeta las normas de tráfico”, y lo rubrica con contundencia afirmando que “quien pone en peligro las vidas de las personas es un conductor nefasto, no merece tener el carné de conducir”. Y punto.
“Un buen piloto no es el más habilidoso del mundo, sino es el que sigue las normas”
Y la persona que pilota el helicóptero del Servicio Catalán de Tráfico, ¿se considera una buena conductora? La respuesta es afirmativa: “Soy una buena conductora porque cumplo la normativa, el código de circulación. Mi carrera profesional me ha concienciado de que un buen piloto no es el más habilidoso del mundo, sino es el que sigue las normas”. A esto se le llama predicar con el ejemplo.
“Los pilotos deben ser prudentes, seguros y sistemáticos; no pueden ser personas anárquicas”
La seguridad es un elemento fundamental para un piloto. Los controles que pasa el helicóptero son diarios y exhaustivos y nada se deja a la improvisación. Para Mariana, los pilotos de helicóptero “deben tener una serie de cualidades: deben ser prudentes y seguros, no pueden ser personas anárquicas. En nuestra profesión hay que ser muy seguro, muy sistemático. Las pruebas para ser piloto son muy rigurosas y todo esto se tiene en cuenta”. Considera que pilotar un helicóptero “es un trabajo de riesgo y esto es inevitable. Por mucha seguridad que pongas, por un muy buen mantenimiento que tenga la máquina, siempre hay un punto de incertidumbre. Aun así, damos prioridad a la seguridad para hacer que el tanto por ciento de inseguridad sea el mínimo”. Hay más elementos a tener en cuenta a la hora de decidir si es o no seguro volar. Por ejemplo, el factor meteorológico. Mariana destaca que “lo más importante es la visibilidad. Si la visibilidad es buena, incluso por la noche, no hay ningún problema”.
. Ficha técnica del helicóptero del SCT
- Es un helicóptero biturbina que tiene un equipo de captación y grabación de imágenes por filmación.
- Tiene dos cámaras visuales, una de ellas gran angular y una para hacer ‘zoom’, y también una cámara infrarrojos térmica para vuelos nocturnos y máxima precisión.
- Dispone de un GPS de posicionamiento cartográfico, un ‘aerocomputer’ que proporciona los puntos quilométricos y un equipo de red de rescate.
- El helicóptero tiene un sistema de transmisión vía satélite 3G y 4G, que permite llegar a zonas orográficamente complejas y en las que no se tenía señal. Por lo tanto, el aparato tiene una alta transmisión de imágenes en el 100 % del territorio.
- . El helicóptero vuela a 3.000 pies (poco más de mil metros) a máxima altura.
- . Ha vuelto a volar con regularidad desde el pasado mes de diciembre del 2018.
- . Tiene diferentes misiones, como por ejemplo: vuelos de inspección y vigilancia; vuelos de gestión de tráfico y vuelos para detectar y denunciar infracciones (las más habituales: cinturón, móvil, adelantamientos, circulación por los arcenes).