Y tú, ¿seguro que tampoco te la juegas nunca al volante?

Conversaciones fuera de cámara con padres y madres que protagonizan la nueva campaña de prevención de accidentes del SCT

Sé que tengo unos ojos que me observan y me analizan cuando conduzco. El hecho de saber que él me está analizando me hace ser más consciente, él siempre está muy atento…”. Los ojos despiertos y curiosos que examinan a Anna Castellví son los de su hijo de siete años, Màrius. Los dos forman parte de una de las ocho familias anónimas que aparecen en la última campaña de concienciación vial del Servicio Catalán de Tráfico (SCT) y que tiene como eje central conocer la opinión de los hijos sobre cómo conducen sus progenitores.

Grandes verdades y verdades a medias

La nueva acción comunicativa del SCT parte de dos preguntas que se plantean a los padres y madres conductores: “Cuando conduces, ¿cometes imprudencias?” y “¿Siempre respetas las normas?”. Todas las respuestas van en la misma dirección ya que los adultos afirman que no adoptan comportamientos inadecuados o imprudentes cuando se ponen al volante. Del lema de la campaña, “Los niños siempre nos dicen la verdad. Al volante, no te la juegues”, ya se puede intuir que los menores que participan no opinarán lo mismo que sus padres. Superar la velocidad permitida, insultar a los demás conductores o manipular el móvil mientras conducen son algunas de las actitudes que los niños observan al volante por parte de sus respectivos padres y madres, aunque estos lo nieguen o no sean conscientes de ello.

Mare (Anna Castellví)

Participar en esta campaña me ha hecho ser más consciente de mi comportamiento en el coche”, comenta Anna Castellví, a quien le ha sorprendido que Màrius diga que algunas veces utiliza el móvil a la hora de conducir. “Yo creo que nunca lo he mirado, llevo el manos libres y solo lo manipulo para poner por ejemplo Spotify, cuando voy de copiloto y conduce a mi marido. Conscientemente no hago imprudencias”, asegura. Según su madre, Màrius conoce las normas básicas de tráfico como las señales y los límites de velocidad, y tampoco le pasa por alto que siempre tiene que ir correctamente sujeto a la sillita: “No me habéis abrochado, ¿eeeh?”, explica a cámara reproduciendo con naturalidad y con los ojos abiertos como platos un reproche que hizo algún día a sus padres. Su madre, sin embargo, puntualiza que solo se han olvidado una vez de abrocharlo y que el descuido “fue en un parking”, matiza, sorprendida de que el pequeño se acuerde de aquella situación.

Sí, sí… yo sí”, responden en el spot y casi al mismo tiempo Josep y Maite ante la pregunta de si respetan siempre las normas cuando conducen; una afirmación con la que discrepan sus dos hijas. Se llaman Emma y Mar, tienen 14 y 9 años, respectivamente, y de sus padres revelan que alguna vez pierden la paciencia porque no pueden avanzar, que a veces perciben que corren más de lo que deberían o que dicen palabrotas a los demás conductores cuando pierden los nervios. “En general dijimos la verdad (en la campaña): no acostumbramos a hacer imprudencias aunque hay días que te levantas con mal pie, todo te sale mal y vas más nerviosa…”, explica Maite, quien de sus hijas dice que “en el coche te están controlando constantemente”. Estos padres admiten que se sienten identificados con lo que las niñas explican sobre sus comportamientos al volante. “Dicen la verdad, describen bastante bien cómo conducimos”, confiesan entre risas.

Pares (Josep i Maite)

Las dos hermanas siempre miran con lupa desde los asientos traseros del coche a sus padres conductores y “ahora, incluso están más pendientes que antes de grabar el spot. Esta campaña las ha marcado mucho”, reconocen con satisfacción los progenitores. “No puedes coger el móvil, yo te lo miro” o “papá, no puedes pasar de 80 km/h” son algunas de las advertencias de Emma y Mar a su madre y a su padre cuando van con ellos en coche y que reflejan el grado de concienciación que tienen sobre seguridad vial.

Quien te diga que nunca comete ninguna imprudencia al volante miente”, afirma con resignación el padre de las dos pequeñas después de comprobar las críticas que le han hecho sobre su manera de conducir. Mentiras o medias mentiras de los padres y grandes verdades de sus hijos se ponen sobre la mesa en esta nueva campaña con la que queremos hacer reflexionar sobre comportamientos de riesgo que los adultos muestran habitualmente mientras conducen y a los que quizá no dan suficiente importancia.

¿Y tú qué piensas? ¿Te consideras un buen conductor? ¡Tus hijos seguro que te dicen la verdad!

5 verdades sobre la conducción de los padres y madres

  • “Mira el móvil un momento por mensajes, por si es importante.”
  • “A veces, cuando hay caravana, grita.”
  • “Acelera y después frena súper rápido.”
  • “Arrancan y nosotras no estamos abrochadas.”
  • “Cuando tiene que ir rápido y no puede avanzar, se estresa.”

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