Un Sant Jordi con caballeros, princesas y dragones confinados

Este año Sant Jordi no solo es una fiesta de rosas y libros, sino también de sacrificios y esfuerzos. Niños y niñas llenan las horas del día con ingenio e imaginación reescribiendo así la aventura de quedarse confinado en casa. Leyendo, dibujando, cocinando o haciendo deporte también nos ayudan indirectamente a mantener bajo el volumen de circulación en la red viaria. A todos ellos y ellas, también les queremos agradecer esta buena disposición y el hecho de compartir este insólito y doloroso trayecto de la crisis del coronavirus. ¡La lucha es menos pesada gracias a todos!

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