2 de cada 10 víctimas mortales de 2020 eran motoristas

El 2020 ha sido un año atípico marcado por la pandemia de la COVID-19. Las restricciones establecidas han supuesto un decremento de la movilidad y también de la siniestralidad. A pesar de este contexto, sigue preocupando el colectivo de los motoristas, que, con 21 muertos en zona interurbana, han representado el 20% de la mortalidad que ha habido en carretera o autopista, un total de 105 muertos. Además, 223 han resultado heridos de gravedad.

Durante el año pasado, hubo 5.477 accidentes con víctimas (muertes, heridos graves o heridos leves). De estos, en 1.439 se vieron implicadas motocicletas. Esto representa el 26,3% del total de siniestros. Ahora bien, si nos fijamos solo en los accidentes con motocicletas implicadas con muertos y heridos graves, los siniestros fueron 239, y esto representa el 44,3% del total de accidentes con muertos y heridos graves, 539.

Por demarcaciones, 941 siniestros con motos implicadas ocurrieron en la demarcación de Barcelona, ​​227 en la demarcación de Girona, 181 en la demarcación de Tarragona y 90 en la demarcación de Lleida.

De los 1.439 siniestros con víctimas con motocicletas implicadas, casi la mitad ocurrieron con un solo vehículo implicado y la otra mitad con más de un vehículo. En concreto, 727 únicamente con la moto y 712 con la motocicleta y otros vehículos. En el caso de los 239 accidentes con motocicletas implicadas con muertos y heridos graves, los que tuvieron la moto como único vehículo implicado fueron el 43%, un total de 102.

Los tipos de accidente con motocicletas implicadas fueron, entre otros y por orden de importancia:

  • caídas en la vía: 453
  • colisiones por alcance: 282
  • salidas de vía: 220
  • roces o colisiones laterales: 162
  • embestidas (frontal lateral): 122
  • atropellos: 8

Como se puede ver, el atropello es el tipo de accidente que menos tuvo lugar.

Si nos fijamos solo en los accidentes con muertos y heridos graves, los 239, ha habido algunos cambios. Los más numerosos fueron las salidas de vía, con 47 siniestros, seguidos de las colisiones por alcance, con 29; las caídas en la vía, con 27; las embestidas (frontal lateral), con 27; los roces o colisiones laterales, con 27, y las colisiones frontales, con 26.

Teniendo en cuenta la franja de edad, el tramo de 45 a 54 años fue el que concentró el mayor número de víctimas (muertes, heridos graves o heridos leves): 366. Le siguieron los tramos de 15 a 24 años, con 331; de 25 a 34 años, con 319, y de 35 a 44 años, con 317. La franja que concentró menos motoristas afectados por accidente de tráfico es la de más de 74 años, con 11 víctimas, y la de 0 a 14 años, con 12.

En cuanto al tipo de día en que tuvieron lugar los siniestros con víctimas con motocicletas implicadas, 795 pasaron entre lunes y jueves y 644 entre viernes y domingo.

En relación con las vías donde tuvieron lugar los siniestros con víctimas con motocicletas implicadas, cabe destacar la C-31, con 88 accidentes; la N-II, con 66; la C-32, con 62; la C-58, con 44; la A-2, con 40, y la C-17 con 38.

Riesgos sobre las dos ruedas y medidas de protección

C-31, Moto

Hay una serie de riesgos a los que se exponen los motoristas por el hecho de conducir o viajar en un vehículo de dos ruedas, que los hacen más vulnerables. Entre otros, la inestabilidad del vehículo, que obliga a utilizar el propio cuerpo de contrapeso y a estar atento no solamente al tráfico, sino también el equilibrio sobre el vehículo; las dimensiones de la motocicleta o ciclomotor, que hacen que el motorista corra el riesgo de no ser visto por los demás usuarios de la vía pública; y la falta de carrocería, que exige llevar el equipamiento adecuado. Esto significa utilizar el casco –integral y homologado–, la espaldera o tortuga, los guantes, la chaqueta y pantalones largos o mono y las botas –hasta los tobillos. Además, como los otros usuarios de la vía pública, también es necesario que tengan en cuenta la importancia de señalizar los movimientos, sobre todo los desplazamientos laterales, que pueden ser más rápidos sobre una motocicleta. En este sentido, se señalizarán con los intermitentes en todo momento y siempre con claridad. Así mismo, hay que respetar la distancia de separación con el vehículo precedente, que debe ser lo suficientemente amplia como para poder detener el vehículo sin riesgo de colisionar. Con una actitud prudente y responsable, ya sea al volante o al manillar, contribuiremos a una movilidad más segura y con menos siniestros.

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