En invierno, la nieve y la niebla helada suelen hacer acto de presencia en buena parte del territorio catalán, lo que dificulta la circulación a los conductores por las carreteras, ya que disminuye la adherencia de los neumáticos y también la visibilidad. Para que estas inclemencias meteorológicas provoquen los mínimos contratiempos posibles en el asfalto, hay que seguir unas recomendaciones básicas que ayudarán a evitar accidentes.
En caso de nieve, el subinspector Albert Cela, jefe del Área Regional de Tráfico Pirineo Occidental de los Mossos d’Esquadra, destaca que “en primer lugar es muy importante tener en cuenta la prevención y la preparación de los vehículos para afrontar con éxito estas situaciones, y por ello es necesario llevar en el vehículo el equipamiento de invierno: ruedas de contacto, cadenas, guantes, ropa de abrigo y el depósito de gasolina lleno”.
En zonas de montaña donde las bajas temperaturas y las nevadas son habituales en esta época del año, se aconseja utilizar los neumáticos de invierno, ya que proporcionan más adherencia y una mayor respuesta de frenado.
Para conducir sobre nieve seguid estos cinco consejos:
- Moderar la velocidad
- Conducir con suavidad, sin golpes de gas y sin girar la dirección de forma brusca
- Usar el freno tan poco como sea posible y, si es imprescindible, hacerlo con mucha suavidad; por este motivo es recomendable aumentar la distancia de seguridad con el resto de vehículos
- Si bajamos del vehículo para poner cadenas, hay que hacerlo con seguridad: si es posible, fuera de la calzada, y si se hace en el arcén, hay que llevar puesto el chaleco reflectante y colocar los triángulos de señalización
Con vehículos de cambio automático, hay que procurar conducir en posición manual. En los vehículos que dispongan de control de estabilidad/control de tracción (ESP) y tengan la posibilidad de desactivarlo, es aconsejable hacerlo