El coche multiusuario: ¿adiós al coche propio?

El coche multiusuario (en inglés, car sharing) es una iniciativa que apuesta por la sostenibilidad y el ahorro para el usuario y que se presenta como alternativa al coche en propiedad. Este sistema de movilidad propone compartir el uso de una flota de vehículos que la empresa responsable del servicio gestiona, asignando los coches según las reservas y facturando los servicios a final de mes. De esta manera, el usuario, que se ha abonado previamente al servicio, alquila un vehículo compartido y paga su uso, por kilómetros o por horas o días. Así, dentro de los términos de lo que contrata, el conductor se despreocupa del combustible, el seguro del vehículo o el aparcamiento.

Este sistema se diferencia del coche compartido (en inglés, car pooling), que parte de la idea de que dos o más personas que hacen trayectos similares acuerdan hacerlos conjuntamente, en el coche privado de una de ellas, de manera regular y organizada, compartiendo también los costes del viaje. En el caso del coche compartido no se necesita una empresa que lo gestione, ya que se trata de un acuerdo entre usuarios, pero coincide con el coche multiusuario en su carácter sostenible y ahorrador para los conductores.

Una minoría de usuarios que crece

El sistema de coche multiusuario pretende mejorar la movilidad en favor del medio ambiente y ahorrar los gastos y quebraderos de cabeza que puede originar tener un coche propio. Ahora bien, ¿cuál es el uso que hace el colectivo de conductores? “En España, hay aproximadamente 2.600 vehículos (1.600 de los cuales son eléctricos), y contamos con unos 300.000 clientes registrados, el 2% de la población española con permiso de conducir. En Cataluña, el número de vehículos es de 500 (ninguno eléctrico), con unos 40.000 clientes registrados”, asegura Pau Noy, presidente de la Asociación Española de Car Sharing. Aunque la ciudadanía no apueste todavía en gran medida por esta opción, el número de empresas que apuestan por este sistema va creciendo gradualmente. “En España, existen ocho empresas de car sharing, de las cuales dos actúan en Barcelona y su área metropolitana”, apunta Pau Noy. En Barcelona están presentes Avancar y Bluemove. Barcelona, Madrid, Sevilla y Bilbao son las principales metrópolis donde se está desarrollando el coche multiusuario. Además, Barcelona es la única ciudad donde el servicio se ha extendido por su área metropolitana.

¿Sale a cuenta?

Para saber si vale la pena olvidarse del coche en propiedad y pasarse al sistema de coche multiusuario hay que sacar la calculadora y ponerlo todo en una balanza, no solo el aspecto económico. “El precio medio que paga un usuario de car sharing depende del tipo de contrato que escoja y del recorrido que realice, pero puede estar entre 2 y 4 euros por km, contando la tarifa temporal, y cubriendo todos los gastos”, explica Noy. Actualmente, el coche multiusuario todavía es un sistema limitado a las grandes ciudades, y su uso todavía se encuentra lejos de ser generalizado, pero si se expande podría llegar a ser una alternativa al coche propio. Según Noy, “la demanda de este tipo de servicio va creciendo constantemente en los últimos años, una demanda que se caracteriza por un gran conocimiento del producto por parte del público de Madrid y Barcelona y por un bajo uso fuera de estas dos ciudades”. “No obstante, en el próximo decenio se espera multiplicar la demanda por cinco en estas dos ciudades y que el servicio irrumpa en las principales ciudades de España y, de forma más importante, en las ciudades medias catalanas”, añade.

¿Una opción de futuro?

Aunque el sistema de coche multiusuario es una iniciativa sostenible, que permitiría reducir el número de vehículos en carreteras y calles, la evolución de su implantación todavía es muy tímida. Según Pau Noy, hay que impulsar medidas para fomentar este sistema de movilidad, en el ámbito público y privado: “Alemania acaba de aprobar una ley del car sharing en el ámbito federal; habría que aprobar a escala española una ley similar, que reconociera el hecho del car sharing y le otorgara los privilegios que merece en tanto que servicio de interés público.” “Las administraciones locales y regionales se tienen que implicar en la difusión del producto y en su integración con las redes de transporte público, copiando lo que hacen las ciudades europeas; llevamos mucho retraso”, avisa Noy.

Habría que ver, al fin y al cabo, si en un futuro próximo se consolidara el coche multiusuario y se extendiera su uso más allá de las grandes metrópolis, si el conjunto de conductores abandonaría la idea de tener un vehículo en propiedad en favor de compartir una red de vehículos desde cualquier punto del territorio cuando fuera necesario desplazarse. Es decir: disponer libremente de un coche propio y pagar los gastos que se derivan o utilizar a demanda una red de vehículos compartidos donde solo se paga el desplazamiento.

Deixa un comentari