Esta semana se ha iniciado la fase 0 del desconfinamiento y, a partir de ahora, a medida que vayamos avanzando en las diferentes etapas de la desescalada, se podrán hacer más desplazamientos. Después de un periodo de inactividad durante la cuarentena, el vehículo tiene que estar a punto en esta progresiva vuelta a la nueva normalidad y por eso queremos darte cuatro consejos para revisarlo y evitar tener pana en el primer trayecto.
Tal y como recomiendan los expertos en mecánica y mantenimiento de vehículos, para volver a la circulación con seguridad y sin contratiempos ni averías hay que realizar estas comprobaciones:
Revisión visual. Empieza dando un vistazo al exterior del vehículo y, sobre todo, comprueba que no haya pérdidas de ningún líquido donde esté estacionado. En esta primera inspección ocular, mira también que no haya ningún elemento de la carrocería roto o estropeado (retrovisores, intermitentes…).
Niveles de líquidos. Comprueba el nivel del aceite (siempre en frío), líquido de frenos y refrigerante (el nivel tiene que ser el adecuado para evitar sobrecalentamientos del motor).
Batería. La inmovilización del vehículo pasa factura a la batería. Tiene una duración mediana de cuatro años y si, con este criterio, la batería de tu vehículo antes de la cuarentena era “vieja” o no estaba cargada al 100%, podría ser que el vehículo no te arrancara después de esta parada prolongada.
Alumbrado y señalización. Comprueba que funcionan correctamente las luces de posición, cortas y largas, indicadores de freno y marcha atrás y los intermitentes.
Neumáticos. Comprueba la presión de hinchado y también la profundidad mediante los indicadores de desgaste (el dibujo debe tener una profundidad mínima de 1,6 mm).
Frenos. Presta atención a ruidos extraños o a un hundimiento excesivo del pedal del freno.
Limpiaparabrisas. El estacionamiento prolongado del vehículo puede provocar que se malogre la goma de los limpiaparabrisas y podría rayar el vidrio. Antes de empezar a conducir, comprueba el estado de las escobillas y el nivel del líquido de limpieza.
Aun así, si tienes previsto que tu vehículo continúe estacionado durante más tiempo, los expertos recomiendan arrancar el coche mínimo una vez a la semana y dejarlo en marcha durante unos minutos. También es bueno que el vehículo tenga el depósito lleno de combustible en estas paradas prolongadas.
Extremar también las medidas de higiene
En cualquier caso, a la hora de volver a coger el vehículo privado hay que hacerlo con precaución y extremar las medidas para evitar nuevos contagios por la COVID-19. Y es que el plástico y el acero, materiales muy habituales en cualquier coche, moto, etc., son superficies en las que el coronavirus puede sobrevivir bastante tiempo, hasta 72 horas, según apuntan algunos expertos. Así pues, es aconsejable que cada vez que usemos el vehículo, lo limpiemos y desinfectemos pasando un trapo de algodón, toallitas desechables o papel de cocina con agua y jabón o bien con soluciones hidroalcohólicas de como mínimo el 70% de concentración de alcohol por encima de los elementos que están más en contacto con las manos. Lo que no se tiene que hacer en ningún caso es limpiar con lejía o amoníaco, porque echaríamos a perder las superficies del habitáculo. En cambio, sí que se pueden emplear productos de limpieza específicos para la limpieza de vehículos o esprays desinfectantes para sistemas de aire acondicionado.
En el interior del vehículo, las partes más utilizadas y con mayor riesgo de contagio y en los que hay que prestar especial atención con la higiene son: el volante –o manillar–, el retrovisor, los limpiaparabrisas, el cuadro de mando, el freno de mano, el cambio de marcha, el cinturón de seguridad, etc. También es importante limpiar superficies exteriores, como por ejemplo los marcos y las manecillas de las puertas y la manecilla del maletero, así como la llave del vehículo. Además, en el caso de coches y furgonetas, se recomienda ventilarlos de vez en cuando.
Por último, también hay que ser cuidadosos a la hora de ir a llenar el depósito a gasolineras y áreas de servicio. Entre las medidas de seguridad, hay que usar guantes desechables y pagar con tarjeta para evitar contactos innecesarios.