La aparición y propagación del coronavirus ha reformulado nuestras vidas y ha impuesto nuevas normas sociales, las cuales probablemente nos acompañarán una buena temporada, hasta que llegue una vacuna efectiva. Mientras tanto, la distancia interpersonal se erige como uno de los principales caballos de batalla contra el contagio. Otro de los factores clave ha sido –y es– la limitación de la movilidad: menos personas coincidiendo en un mismo espacio, menos ‘vehículos’ de transmisión para la COVID-19.
En este contexto, desde el Servicio Catalán de Tráfico hemos reflejado día tras día y desde el inicio del estado de alarma cómo ha ido decreciendo la movilidad en la red viaria catalana, con una reducción de hasta el 75% de la movilidad (un 90% los fines de semana) en una primera fase de confinamiento más estricto, un descenso del 40% en las fases de desconfinamiento gradual y un 10-15% desde la finalización del estado de alarma y en la actual fase de reanudación.
El confinamiento, desde el aire
Desde el SCT se gestionó la movilidad y difundió la información sobre su evolución ininterrumpidamente durante el estado de alarma, a pesar de las necesarias restricciones impuestas por el coronavirus. Uno de los elementos clave del SCT que no ha detenido su actividad en ningún momento es la flota de medios aéreos: dos helicópteros y un avión bimotor. Desde su privilegiada posición, han radiografiado día tras día la red viaria, haciendo seguimiento del descenso de la movilidad en las carreteras, dando apoyo a los múltiples controles de los Mossos d’Esquadra o localizando los puntos afectados por desprendimientos después del temporal del pasado mes de abril. Los medios aéreos han posibilitado una monitorización rápida y en tiempo real de cualquier incidencia en las carreteras catalanas, en un contexto inédito de emergencia sanitaria sin precedentes.
Por otro lado, el otro pilar que sostiene la información y la gestión del tráfico del SCT es el CIVICAT, Centro de Información Viaria de Cataluña, que también ha permanecido operativo desde el inicio del estado de alarma. El CIVICAT registra todas las incidencias viarias y las publica en la web de Trànsit, así como también gestiona los equipos humanos y recursos materiales para facilitar una movilidad efectiva y segura a la ciudadanía.
Medidas de protección
El reto de garantizar una gestión del tráfico eficaz y necesaria en tiempos de coronavirus sin poner en riesgo la salud del personal del SCT ha pasado por una reestructuración de los equipos humanos y de los espacios de trabajo. En el caso de los medios aéreos, se constituyó un tándem formado por el piloto y un operador de cámara; en el CIVICAT se estableció un equipo de trabajo formado por un técnico especialista en gestión de tráfico y un técnico de mantenimiento de sistemas. En todos los casos, se ha contemplado siempre una mínima presencia de personal a una máxima distancia posible, el uso de EPIs, mascarillas y guantes, y la limpieza y desinfección constantes, entre otras medidas.
Las imágenes de autopistas y carreteras vacías que nos han facilitado los medios aéreos del Servicio Catalán de Tráfico estos últimos meses han documentado una situación extraordinaria que todos esperamos haber dejado atrás, y, de rebote, han servido para poner sobre la mesa cuestiones sobre los desplazamientos diarios, como la movilidad sostenible o el teletrabajo.