¡Fumar en el coche también es una distracción!

Cuando pensamos en distracciones en la conducción, automáticamente nos viene a la cabeza el teléfono móvil, pero hay un elemento que también  las provoca y hace mucho más tiempo que convive con nosotros: el tabaco.

¡Fumar mientras se conduce también es una distracción! No tenemos que olvidarlo. Aquellos que tienen el hábito de fumar quizás no son demasiado conscientes del riesgo que comporta. Por ejemplo, encender un cigarrillo implica apartar la vista de la carretera por unos segundos mientras te concentras para pulsar el mechero. Durante estos segundos, se pierde capacidad de reacción ante un imprevisto en la conducción, puede ser un peatón que atraviesa sin mirar, la pelota de unos niños que invade la calzada, un paso de cebra que no hemos visto, un animal, etc. y que, en cualquier caso, podría acabar en accidente. La aventura todavía no se ha acabado: se conduce sin tener las dos manos al volante, como nos enseñaron en la autoescuela, y, además,  hay que estar pendiente de ir tirando la ceniza, que no caiga ninguna partícula encendida en el interior del vehículo que pueda quemar algo o, incluso, quemarnos, y así durante un trayecto de al menos unos diez minutos en el que posiblemente se acaba tirando la colilla por la ventana (lo cual tiene una sanción de 200 euros de multa y la pérdida de 4 puntos).

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La toxicidad del humo del tabaco se multiplica en el interior de un vehículo. Foto © Shutter Stock

Por lo tanto, se puede considerar que no solo es una distracción, sino que es un conjunto de pequeñas distracciones en milésimas de segundos que pueden causar un accidente de tráfico. En este sentido, son muchos los conductores fumadores que reconocen haber estado a punto de accidentarse por fumar cuando conducen.

Los humos en el interior del vehículo: el tabaquismo pasivo

Por otro lado, cada vez más se relaciona el hecho de fumar en el interior del coche con su salubridad, dado que es un recinto cerrado y, por lo tanto, es uno entorno de mayor exposición a la toxicidad, sobre todo para a los más pequeños. Cada vez hay más entidades y organismos, como la UE, que piden la prohibición de fumar en el interior de los vehículos, sobre todo si viajan menores. Estos son más vulnerables, más sensibles al efecto del tabaquismo pasivo. En este sentido, países como el Reino Unido y Francia disponen de leyes que prohíben fumar dentro del vehículo si hay pasajeros menores de edad.

¿Sabías que…?

Un estudio de los Estados Unidos publicado en la revista Tobacco Control determinó, sobre la concentración de nicotina en el interior del coche, que:

  • es mayor en comparación con la que se concentra en el interior de una casa de fumadores
  • aumenta con el número de cigarrillos que se consumen en el habitáculo
  • y es mayor en los asientos posteriores y en el asiento del conductor.

En muchos casos este índice de concentración de partículas supera tres veces el permitido por la OMS.

¿Qué  dice el Reglamento?

 A pesar de todo, nuestra normativa de circulación no considera como infracción el hecho de conducir fumando, en cambio sí que se puede sancionar, como falta leve (que supone el pago de una multa de entre 80 y 100 euros), si las autoridades identifican que ha habido una distracción o bien que se ha puesto en riesgo la seguridad vial.

Desde la seguridad vial, el sentido común ya indica factores que son incompatibles con la NO distracción, porque fumar conduciendo distrae y mucho, y no tenemos garantizado que nuestros sentidos estén pendientes al cien por cien de la carretera. En la carretera, ¡ninguna distracción!

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