Conducción helada: riesgos y soluciones

Conducir con hielo es una situación peligrosa que hace que tengamos más posibilidades de perder el control del vehículo, y que en Cataluña puede pasar sobre todo entre los meses de noviembre y marzo en las zonas más interiores y de montaña. Las placas de hielo no solo se forman allí donde ha nevado. La caída de temperaturas, sobre todo durante la noche y la madrugada; el frío después de llover, la humedad permanente o la niebla engelante son fenómenos que están relacionados con las heladas y que provocan que el hielo haga acto de presencia en las carreteras.


A lo largo del 2021 hubo en la red vial catalana 107 accidentes en asfalto helado, nevado o resbaladizo, y 161 en 2021. Si miramos atrás, desde el 2010 se han registrado en estas condiciones de hielo en la calzada o suelo deslizante alrededor de 2.000 accidentes, de los cuales 9 han sido mortales.


Aunque a veces es un elemento inesperado y que nos puede coger desprevenidos, el agente de tráfico Joan López, coordinador de Educación para la Movilidad Segura de la Región Policial Central de los Mossos d’Esquadra, nos da algunos trucos para saber cómo prevenir y afrontar el hielo en el asfalto.

1) PREVENCIÓN


La gran mayoría de vehículos de hoy en día, cuando la temperatura exterior es inferior a 4 grados, avisan de la posible existencia de hielo en la carretera, cosa que tenemos que tener en cuenta para tomar medidas preventivas.


El hecho de ver el asfalto blanco o brillante también nos puede indicar que hay hielo, pero a menudo lo que vemos en la carretera son los productos salinos que, ante episodios de bajas temperaturas, se utilizan para evitar que se formen las placas de hielo.

2) UBICACIÓN


Aunque las placas de hielo pueden pasar totalmente desapercibidas a la vista, hay unos lugares y condiciones que las hacen más probables y previsibles. El hielo en las carreteras puede formarse en cualquier sitio húmedo y perdurar durante el día allí donde no toque el sol.


Además, también es probable encontrarlas en las entradas y salidas de los túneles, en  los puentes y zonas próximas a los ríos.

3) CONSEJOS

  • En la conducción con situaciones meteorológicas que afecten a la adherencia del vehículo, es determinante que los neumáticos estén en buen estado.
  • No se puede reducir bruscamente la velocidad, tenemos que ir mucho más lentamente y conducir con suavidad: en caso de entrar en una zona con placas de hielo, se podrá controlar mejor el vehículo.
  • Hay que acelerar poco a poco para favorecer la adherencia de los neumáticos al asfalto.
  • Hay que conducir con la marcha más larga posible y mantener la dirección recta.
  • Si la parte posterior del vehículo se descontrola, hay que girar el volante en la dirección opuesta para enderezar la trayectoria.
  • Si hay más coches circulando, hay que aumentar la distancia de seguridad: el hielo hace duplicar o incluso triplicar la distancia de frenado.

El agente López remarca también que “si te desplazas por zonas de montaña o de bajas temperaturas constantes, es muy recomendable llevar neumáticos de invierno, o bien los nuevos cuatro estaciones, ya que se evitarán posibles sobresaltos y situaciones desagradables”. Conviene destacar que las características de los neumáticos de invierno los hacen útiles no solo sobre nieve, sino en una gran diversidad de suelos, donde tienen una mejor adherencia y respuesta de frenado a baja temperatura.

Hielo en el parabrisas

Con Joan López también hemos repasado las soluciones para evitar el hielo en el vehículo. Cuando las temperaturas son bajas y tenemos el coche estacionado en la calle, es probable que por la mañana tengamos el parabrisas helado. La mejor manera de evitarlo es ser previsores y, si no podemos poner el vehículo a cubierto, se puede cubrir el cristal con un plástico, manta o cartón.

Si no hemos tenido esta previsión y el cristal está cubierto de hielo, lo mejor es utilizar algún producto anticongelante específico. Si no tenemos, habrá que utilizar un producto que tenga una alta graduación de alcohol y que no lleve grasas porque engrasaría el cristal. Para ayudar a sacar el hielo también se puede utilizar una rasqueta de plástico.

Otro recurso es poner en marcha la calefacción con el ventilador al máximo cuando arrancamos el motor del vehículo, ya que el calor será progresivo y no habrá cambios bruscos de temperatura. Antes de iniciar la marcha, hay que sacar el hielo de todos los cristales, también de los laterales y los retrovisores.


Sobre todo, ten en cuenta lo que no podemos hacer:

  • Provocar contrastes de temperatura muy repentinos, como por ejemplo aplicar agua caliente o enfocar aire de temperatura elevada contra el parabrisas. El cristal se puede resquebrajar o incluso romper.
  • Activar los limpiaparabrisas, porque es muy probable que estén pegados al hielo y se estropeen.
  • Tirar sal: aunque es un producto que evita la congelación, no descongela. Se podría rayar el cristal innecesariamente.

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