Hacer seguro el ir a pie

Desde 2010, 44 personas mueren atropelladas de media cada año en Cataluña y se registran también más de 300 heridos de gravedad. Desde el Servicio Catalán de Tráfico continuamos esforzándonos para proteger a los más vulnerables de la movilidad con el objetivo de reducir la siniestralidad. En este sentido, esta semana, del 30 de agosto al 5 de septiembre, coordinamos con las policías locales de varios municipios una campaña preventiva de protección de peatones en zona urbana.

Con esta acción intensiva de vigilancia se quieren combatir tanto aquellos comportamientos de los conductores que pongan en peligro la seguridad de los peatones como las conductas antirreglamentarias o no seguras de las personas que van a pie, como por ejemplo cruces incorrectos, así como la detección de infracciones relacionadas con el incumplimiento de los semáforos y los pasos de peatones. En la última campaña semanal realizada este año en marzo se denunciaron 362 actitudes imprudentes cada día. Estas infracciones y comportamientos de riesgo ponen en peligro a los peatones. Hay que poner en práctica medidas de seguridad para protegerlos y para autoprotegerse:

1) En zona urbana las principales actitudes inadecuadas de peatones y conductores que deben evitarse son:

  • No respetar los semáforos: pasar en rojo.
  • Cruzar sin mirar a izquierda y derecha para asegurarse de que se puede hacer sin riesgo.
  • Irrumpir, los peatones, por zonas no habilitadas en situaciones en las que puede haber riesgos potenciales relacionados con la circulación de vehículos. Además, no solo son víctimas de las distracciones por el uso del móvil los conductores de los vehículos, sino también los peatones, que corren un riesgo muy alto si no están atentos a la hora de cruzar las calles y pueden acabar siendo atropellados.
  • Desplazarse, los peatones, por itinerarios no reglamentarios pero que se perciben como itinerarios correctos.
  • Invadir, los vehículos (como los patinetes eléctricos, pero también las motocicletas que aparcan en las aceras, por ejemplo), zonas de circulación exclusivas para transeúntes que obstaculizan sus itinerarios seguros y preferentes, y que les obliga a optar por rutas alternativas que pueden conllevar peligros.

2) Pautas para prevenir atropellos en la carretera:

Por las autopistas y autovías está totalmente prohibida la circulación de peatones. Si inevitablemente hay que desplazarse por otros tipos de vías, deben seguirse unas normas básicas para no poner en peligro la propia seguridad ni la de los demás usuarios:

  • Si la vía no dispone de un espacio especialmente reservado para peatones, se debe circular por la izquierda, en sentido contrario al tráfico.
  • Hay que circular por el arcén o, en su defecto, por la calzada, acercándose tanto como se pueda al borde exterior.
  • Preferiblemente, los peatones tienen que caminar uno detrás de otro.
  • Si es de noche o hay poca luz, hay que llevar un chaleco reflectante. También es recomendable llevar una linterna para ver por dónde se camina y para que los vehículos nos vean mejor.

3) Hay que ser consciente de que, en caso de avería o accidente y que haya que bajar del vehículo, el conductor y todos los ocupantes pasan a ser peatones, y además en una situación especialmente de riesgo. ¿Qué hacer para actuar con seguridad?:

  • Si es posible, detener el vehículo fuera de la carretera, en un lugar donde no entorpezca el paso, para evitar nuevos accidentes.
  • Señalizar la presencia del vehículo con los triángulos, situados como mínimo 50 metros delante y detrás del vehículo (en vías de doble sentido), o bien con la señal luminosa V-16.
  • Activar las luces de emergencia y, si es de noche, también las de posición.
  • Salir del vehículo por la parte más segura y con el chaleco reflectante obligatorio puesto, y alejarse de la calzada, a ser posible tras la valla de protección.

Una trágica efeméride convertida en día internacional

El 17 de agosto de 1896, en Inglaterra, se produjo el primer atropello mortal de un coche a un peatón. La londinense Bridget Driscoll, de 44 años, fue la primera víctima mortal de la historia por el impacto de un automóvil. Posteriormente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) promovió el 17 de agosto como el Día Internacional del Peatón para conmemorar este hecho trágico, pero también para convertirlo en bandera de la reivindicación de una movilidad más segura en todo el mundo para los más vulnerables del tráfico, los peatones.

A lo largo del siglo XX los peatones fueron perdiendo espacio para su circulación segura en todos los pueblos y ciudades y la movilidad con vehículo a motor se convirtió en la prioridad. Actualmente se está revirtiendo esta tendencia y las actuaciones van encaminadas a pacificar el tráfico y recuperar espacios seguros para ir a pie. Según datos de la OMS, cada año mueren 270.000 peatones en el mundo, lo que representa un 22% de las 1,3 millones de muertes por accidentes de tráfico. Conviene destacar que precisamente este 2021, coincidiendo con la campaña de este organismo #Love30 para exigir a los gobiernos medidas para aumentar la seguridad de los peatones y, principalmente, la reducción de los límites de velocidad, entró en vigor en nuestro país, en mayo, el límite de velocidad genérica de 30 km/h en pueblos y ciudades.

El límite a 30 km/h reduce en un 80% el peligro de morir atropellado, ya que si un vehículo que circula a esa velocidad impacta contra un peatón, el riesgo de que la persona muera es del 10%, mientras que si el mismo vehículo va a 50 km/h el riesgo se eleva hasta el 90%. Con esta velocidad se reduce a la mitad la distancia necesaria para detener el vehículo: aumenta la seguridad vial. Además, tiene estos otros efectos positivos: menos ruido ambiental, niveles de contaminación más bajos y menos congestión, y la mejora de la convivencia entre los diferentes usuarios y el fomento del uso de medios de transporte más activos y saludables.

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