¡Al volante, siéntate bien!

10 pautas para conducir con una posición adecuada

Seguro que alguna vez te has fijado en conductores que no tenían una postura correcta mientras conducían. ¿Te viene alguna imagen a la memoria? ¿Alguien que cogía el volante con una sola mano, que apoyaba un brazo por la ventana, que llevaba un abrigo voluminoso o quizás que iba con el asiento inclinado hacia atrás? Estos podrían ser algunos ejemplos de malas prácticas a la hora de conducir que pueden poner en riesgo la seguridad de uno mismo y de las personas que nos acompañan. Por eso, hay que ser conscientes de que sentarse bien es clave para reaccionar ante cualquier imprevisto y minimizar lesiones en caso de un accidente, aparte de retrasar el cansancio y la fatiga, sobre todo en viajes largos.

Antes de arrancar el vehículo vale la pena invertir unos minutos en revisar una serie de pasos y comprobar que nuestra manera de sentarnos al volante es la adecuada. Aquella frase insistente que los padres y madres nos repetían de pequeños durante las comidas o cuando hacíamos deberes y los profesores en la escuela, la reiterada “Haz el favor de sentarte bien”, se ajustaría también al momento en que nos ponemos al volante… ahora ya de adultos.

En la autoescuela, seguramente fue lo primero que nos enseñaron cuando aprendimos a conducir, pero con el paso de los años a menudo dejamos de darle la importancia que tiene para garantizar una conducción segura. Repasamos las 10 claves para sentarse correctamente en el coche:

  • Distancia de los pies con los pedales: no tienen que estar ni demasiado cerca ni demasiado lejos de los pedales. Para saber si nuestra postura es la más idónea, tenemos que pisar a fondo el embrague y comprobar que la pierna izquierda quede semiflexionada, de manera que al pisar el freno con la pierna derecha, ambas queden igualadas. Con eso conseguiremos una buena fuerza de frenado en caso de que tengamos que detener el vehículo de manera urgente.
  • Inclinación del asiento: la espalda debe mantenerse pegada al asiento.
  • Distancia entre el cuerpo y el volante: las muñecas deben quedar colgando por el arco superior del volante. Con respecto a los brazos, tienen que estar flexionados y nunca completamente extendidos, ya que eso no solo puede suponer una pérdida de control del vehículo, sino que nos hará cansar rápidamente y nuestra espalda se verá forzada. Hay que tener presente que cualquier extremidad que quede bloqueada en caso de accidente provocará que la energía del siniestro se desplace por nuestro cuerpo y pueda causar lesiones graves en rodillas, caderas, muñecas, codos u hombros. Por este motivo siempre tenemos que adoptar una posición con las piernas y los brazos flexionados.
  • Reposacabezas: se trata de un elemento que acostumbra a pasar inadvertido, pero que es fundamental para evitar una posible lesión cervical. Por eso, tenemos que asegurarnos de que tanto la parte más alta de nuestra cabeza como el reposacabezas están perfectamente alineados.
  • Asiento: es recomendable que esté lo más bajo posible, lejos del techo, ya que en caso de vuelco, podríamos tener graves lesiones en la cabeza. Asimismo, tenemos que procurar que en caso de colisión lateral nuestra cabeza no impacte en el montante superior del vehículo.
  • Cristal de la ventana: hay que tener en cuenta que es peligroso circular con el cristal semibajado, ya que si sufrimos un impacto lateral, las posibilidades de lesiones en la cabeza son altas. Lo tenemos que hacer con el cristal totalmente subido o máximo abierto dos dedos.
  • Altura del volante: es aconsejable medirlo de manera que el arco superior se encuentre entre la barbilla y el cuello. Eso supondrá que nuestros brazos no estén demasiado levantados, nos cansaremos menos y conseguiremos un mayor control del volante ante un imprevisto.
  • Posición de las manos: para saber cuál es la mejor posición, sigue una regla sencilla: recuerda la posición de las manecillas de un reloj a las 10 h y 10 minutos. Colocar las manos de manera simétrica hace que la fuerza quede más repartida y el giro sea mucho más fluido, sobre todo a la hora de tener que esquivar un obstáculo en la carretera con una maniobra repentina.
  • El cinturón: no te olvides del elemento más importante de seguridad pasiva dentro del vehículo. Es preferible que en la medida de lo posible conduzcamos sin ropa gruesa (para garantizar la libertad de movimientos) y que la banda central del cinturón esté colocada sobre la pelvis y no sobre el abdomen, para proporcionar una mayor sujeción del cuerpo. Colocar este dispositivo de manera óptima nos ayudará a estar más protegidos ante un posible accidente y a mejorar la eficacia de los airbags frontales.
  • Los espejos retrovisores: por último, hay que regular los espejos de manera que tengamos el campo de visión más amplio posible a fin de eliminar al máximo los puntos ciegos.

En coche hay muchos aspectos sobre los que hay que prestar atención para garantizar la seguridad vial, y cómo nos sentamos es determinante en el caso de sufrir un accidente.

¿Ya tenías en cuenta estas pautas a la hora de conducir? Recuerda que la responsabilidad en la conducción también consiste en mantener una posición apropiada al volante.

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